lunes, 24 de marzo de 2014

¿A MANO O A MÁQUINA?



Yo, si son las de Chelo Candenas, siempre elegiré manos. Sí... se que hay aparatos milagrosos, pero no dejan de ser fríos y dónde esté el calor humano... Además, aquí la auténtica máquina es ella y a lo largo de más de quince años me lo ha demostrado.

Lo confieso. Si no hablo o publico más sobre su centro es por puro egoísmo y porque no la quiero compartir. Me aterraría llamar y que no tuviera un hueco para mí.   
Me explico. Chelo Candenas es una de las mejores esteticistas de formación, pero, lo más importante, también de instinto. De formación hay muchas, pero de las que saben dónde tocar, de qué forma y con cuánta intensidad muy pocas. 
Además, ella es bilingüe. Habla a la perfección castellano y el lenguaje de la piel y casi ni necesita pasar el dedo sobre la epidermis para diagnosticarte.  
Yo soy asidua a su centro desde el año 1999. 
Cuando me empeñé en casarme con un palabra de honor y un brazo que no acompañaba precisamente -por aquel entonces estaba bastante más llenita-, fue ella la que tranquilizó a familiares y allegados asegurando que en tres semanas podía reducir el diámetro de las extremidades superiores en al menos, dos centímetros. 
Y vaya si logró -a las fotos de la boda me remito-. Y a base de terapia manual, de buenos principios y de masaje ultra específico. 
Y no es que no tenga las últimas maquinas estéticas, que las tiene. Es que para mí, la auténtica máquina es ella. Y donde lleguen el instinto, el calor y la experiencia, no puede llegar la frialdad de un cabezal de vanguardia. 

Pero es que lo suyo no es normal. A ver cómo me explico. Con lo mona y lo pequeñita que es, y cuando empieza a masajear, si cierras los ojos, te puedes imaginar perfectamente que el masaje te lo están dando los poderosos brazos de Hugh Jackman, de la fuerza que tiene. 
También parece llevar dentro una masajista tailandesa y a un gurú de la terapia ayurvédica. Desde hace años, Chelo enriquece su formación tomando lo mejor de cada cultura, y es la única que tiene una técnica capaz de recolocar el abdomen en cuestión de minutos dándole tersura y eliminando los signos de distensión.
La última vez que estuve en su centro de belleza fue casi de emergencia, con un ataque de retención de líquidos que amenazaba con ingreso hospitalario. En una hora y media, a base de movimientos rápidos y presiones me reseteó el sistema linfático y circulatorio.
Si no es por ella, quizá ahora estaría escribiendo desde la Milagrosa. Aunque ahora que lo pienso, con el fin de semana que me han dado las criaturitas, no hubiera estado demasiado mal...

Centro de Belleza Chelo Candenas. C/. Hermosilla, 71. Madrid. Telf. inf.: 91 435 50 35. 

1 comentario:

  1. no sé si perdonaré no haber recibido este teléfono antes

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