domingo, 12 de enero de 2014

¿NOS HACEMOS UN GERMI?

No, no estoy hablando de quedar con un alemán cualquiera, así al azar, ni de bajar al bar de Germán a tomar algo. Con "hacerme un germi" me refiero al gesto ese casi mágico de romper el cristal de una ampolla de Germinal y extenderla sobre la piel.

La BB Cream de la prehistoria, pensarán algunas. Ja, ja. Esta generación no sabe de lo que son capaces 8 gotas de esta fórmula bien repartidas por la piel. 
Ni esta generación, ni mi tester Gema, al parecer, aunque en cuestión de tres semanas ha pasado del 
"dame para probar algo de más glamour, hija" al "dame una caja más te lo suplico" 

Si, la del dibujo es ella. Tal cual. Mide 1,80 cm., tiene una melena rubia natural que no consigo yo ni con tres paquetes de extensiones, es guapa, y encima, delgada de las de constitución, a pesar de comerse una bolsa de chuches todas las noches mientras ve alguna serie. A pesar de eso, la quiero. Mucho. 


He de confesar que era la tester que más miedo me daba. Es hipersincera -una sincericida que diría mi cuñada Marta-, bastante crítica y con una piel muy "bien educada" que no se traga así como así cualquier argucia marketiniana ni cree en los milagros. Ah, y de esas que para que se tomen un gelocatil, tienen que estar pre-ingreso hospitalario. 

Decidí darle una caja de Germinal Doble Efecto Flash de Laboratorios Alter, por eso del efecto inmediato y a medio plazo, y porque, por mucho que me dijera que eso ya lo usaba su madre y que si no había cosas más "modernas" para probar, yo, consciente de que la flacidez del rostro el tono era lo que más le preocupaba, y la poca paciencia que tiene para las cremas, erre que erre...



A partir de aquí, transcribo sus palabras.
"Te juro que es el producto que más me ha sorprendido -para bien- en mi vida. Y mira que siempre ha habido en casa... que mi madre era fanática. Fue bailarina profesional durante décadas y no pisaba el escenario si no era después de repartir con alguna compañera una ampolla. Y yo pensando que eran remedios de abuela. Entonces, años 70-80 debían ser, se vendían unas cajitas con dos unidades y en casa, eran tan habituales como el frasco de aspirinas. Pero nunca las había probado. Que boba. ¡Mira que diferencia de mi cara de la comunión de Aitana a la de Lorena! (sus preciosas criaturitas). Además, los efectos -me pasa como con el maquillaje, que me queda impecable durante horas- me duran toda la jornada o todo la noche. Y vamos, que esto sí que es efecto photoshop... que parece mentira que unas gotitas pueden tensar la piel hacia arriba y transformar el tono con esa luz en cuestión de segundos, y durante horas. Por poner alguna pega, el tamaño. Da para dos dosis, creo, y al final, para no desperdiciar ni media gota la tapaba con albal y la guardaba en la nevera".

Doble Efecto Flash es un tratamiento de belleza express de nueva generación. La clásica fórmula se mantiene pero añade extracto de ginseng y semillas de trigo que eliminan al momento cualquier rastro de fatiga a la vez que suavizan las arrugas y la textura de la piel. La caja, con 5 unidades es un seguro anti-imprevistos para muchas mujeres y si quieres hacerte idea de cómo te quedaría un lifting... ya la estás probando. 

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