miércoles, 11 de diciembre de 2013

BIENVENIDA AL GLN (GRUPO DE LIBERACIÓN NAVIDEÑO)



Yo lo tengo clarísimo, si Dickens hubiera sido coetáneo, el Sr. Scrooge hubiera sido una mujer de entre 30 y 50 años, trabajadora, con hijos y con un marido de esos que en las celebraciones solo sirven para poner las copas. 
El espíritu navideño de antaño se está transformando en una colección de caras agrias. Y todo, desde que esto se salió de madre y se empezaron a incorporar obligaciones y costumbres paganas. Yo, como objetar del todo no puedo -pobres criaturitas- pero no soporto estas fechas de pasteleo y consumismo impuesto, llevo años haciendo malabarismos para que al menos no me afecten, y este año, hasta he creado el GLN (Grupo de Liberación Navideño). 
Sólo hay que seguir 9 estatutos (o mantras) para ingresar en sus filas. 






1. No mires alrededor. Por la calle digo. O terminarás calculando el coste de las luces Navideñas y te cabrearás mucho. Evita también mirar a los lados, no sea que el Papá Noel de turno se te eche encima (sea de carne y hueso o hinchable), y por supuesto, no te quites los auriculares de los oídos para combatir a golpe de tu música favorita los hilos musicales varios que intentan volverte loca. 

2. Si trabajas, no te emociones pidiendo días libres. ¿No es mejor reservarlos para alguna mejor ocasión? Al final terminarás visitando algún Belén humano y sufriendo por el desabrigado bebé. O peor aún, en Cortilandia, o viendo a criaturita 2 sentada en las rodillas de un Melchor que apesta a ron. Y de verdad, que no puede haber Reyes en cada Centro Comercial, que se rompe la magia...

3. Muchas se alistan en el GLN porque para ellas la Navidad significa estrés, ruina económica y kilos de más. ¿Para qué vas a comprar todo ese surtido de turrones, polvorones y mantecados. Si acaso peladillas, o esos dulces de la bandeja de los turrones que al final nadie se come. Y super importante, ve al súper recién comida y a ser posible llena hasta arriba. Ya verás como no das volantazo al carro para desviarte a la sección de folklore navideño. Y ojos que no ven... boca que no peca. 

4. Hazte la loca. Se puede. Hasta el día 24 a las 7 de la tarde, cuando puedes exclamar "anda si tengo una cena". Y que sea entonces y solo entonces cuando te empieces a arreglar (si hay suerte), o a precalentar el horno y poner la mesa (si no la hay). 

5. El delicado tema de los regalos puede simplificarse entre los adultos con un "amigo invisible" o usando la crisis como excusa (para algo tenía que servir) y objetar temporalmente. Los otros, los "imprescindibles", pues yo llevo compra que te esconde desde mediados de octubre. Por lo menos me he quitado el estrés de última hora y la locura de la planta tercera de El Corte Inglés en estas fechas.

6. ¿A alguien le apetece comer el día 25, cuando aún no ha digerido la cena de Nochebuena? Yo sugeriría trasladarlo al 26, o unificarla con la de Año Nuevo, pero como seguro que me la cargo, pues intento convencer a la gente que me rodea de simplificar platos, tirar de sobras o dejarnos con hambre, que tampoco pasaría nada. 

7. Bajo ningún concepto de sale en Nochevieja. Bastante tengo con mantenerme despierta hasta la medianoche, para no sé por qué pagana tradición, tener que digerir doce uvas de golpe -reconozco que si no las como me da como yu yu y pienso que va a caer sobre mí una maldición-. El año pasado intenté sintonizar canales del Este, de algún país con adelanto de dos o tres horas... pero no hubo forma. ¿Pero encima arreglarse para salir? Yo me divierto los días que yo quiero, y aún no he superado la fiesta del 98. Cuatro horas de atasco, anginas de campeonato, un dolor de pies que aún no se me ha pasado y tres días de resaca. Me niego a volver a estrenar año en ese estado. 

8. La Cabalgata, o por la tele, o desde casa de Almudena y Poti, a dos metros de la plaza de Colón, desde el balcón y tomando un tinto de calidad y queso de cabra con cebolla caramelizada que es la especialidad de la casa. Y aprovecho para hacer una reclamación seria. ¿Acaso no hay negros de verdad en Madrid, para que tenga que ir un señor embetunado, y los demás sufriendo y pensando "ay madre, que se descubre el pastel".... Dicho queda.

9. Y si tienes niños en edad de "montaje", no se te olvide añadir en su Carta a Sus Majestades de Oriente, un ex-trabajador de Ikea o Leroy Merlin a domicilio para el 6 de enero durante al menos, tres horas. ¿Que para qué? para desalambrar zapatitos de la Barbie, montar cocinitas, instalar wiis, ir al chino a buscar pilas... 

3 comentarios:

  1. Jajajajajajajaja yo he de decir que soy medio medio de ese grupo, y eso que no me gustan las medias tintas, soy más de medias de rejilla o con encaje. Pero es que si estuviera en tu lugar estaría taaaaaan suuuuuuuumameeeeeeeeenteeeee DE ACUERDO EN TODO. Pero no, no lo estoy... quizás soy afortunado :-)

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  2. Yo estoy entre años luz de lo que dices cuando me pilla con la pierna derecha y super en sintonía cuando la que manda es la izquierda. fundamental: dónde se pillan los Canales del Este?

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  3. Genial lo del betún y el aperitivito mientras la cabalgata y no pasando frío en la calle

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