lunes, 12 de octubre de 2015

BEA, LA TESTER ESPONTÁNEA, Y FOREO

Por lo general, soy yo la que ante la imposibilidad de probar todo -por esperanza de vida (por muy optimista que me ponga) o por incompatibilidad cutánea- da productos a su equipo de testadoras bajo la promesa de que al cabo de dos meses emitan un veredicto sincero sobre él. 

Esta vez, sin embargo, fue ella la que vino a mí. Como un torbellino, sorteando tumbonas en la piscina mientras portaba en las manos un aparatito rosa redondeado.

A estas alturas me espero cualquier cosa de mis amigas, y estaba dispuesta a entablar una conversación sobre lo que fuera. Pero aquello no era un nuevo dildo, ni un molde para cupcakes, sino un gadget de limpieza facial que tenía a Bea entusiasmada.





Bea es monísima. Nadie diría que tiene cuatro hijos (dos de ellos adolescentes). Cuando se casó parecía que iba a hacer la Primera Comunión y siempre tiene un aire de veinteañera feliz.
He de confesar que no me daba ninguna pena que su piel dejara entrever todavía marcas de acné y algún brote periódico. "Algún defectillo hay que tener, nena".

Pero como en casa la queremos tanto, de toda la vida, no pude dejar de alegrarme cuando me quité las gafas de sol y examiné a conciencia su piel.

"Te has hecho un láser", le espetó mi yo más analítico y directo al ver una piel perfectamente lisa y uniforme. Y ella "que no, que es que llevo dos meses usando esto, y estaba deseando coincidir contigo para contártelo, tienes que hablar de ello en tu blog".

"Esto" era un dispositivo ideal de limpieza facial y efecto antiedad llamado Foreo.
Aquello fue hace ya dos veranos, pero éste, seguía con la piel inmune a los brotes acnéicos y con inmunidad ante cualquier imperfección. Y no podía callarme por más tiempo.

Ella tenía el modelo Luna. Y después de investigar un poco, descubrí que era su sistema de tecnología T-Sonic el que ofrecía a diario una limpieza profunda y suave que poco a poco iba despejando el terreno para que bacterias, cúmulos sebáceos y demás imperfecciones tuvieran que ir buscándose otro destino cutáneo para colonizar y echar raíces.

Quizá la convenza para probar los que han ido viniendo después, pero lo dudo. Su historia con Foreo parece incorruptible y además, acaban de lanzar nuevos modelos y cabezales que han convertido la firma en una de las referencias en cepillos electrónicos de limpieza y estimulación.

Yo, como al final siempre aprendo de mis testers, me estoy pensando con cuál me iniciaré en el mundo de la limpieza ultrasónica -que buena falta me hace-. Me creo que con el agua micelar, un disco de algodón y un peeling semanal basta y parece que no.

Aún dudo. En los últimos meses nos han presentado cerca de diez gadgets de limpieza ultrasónica y cada uno tiene su peculiaridad inconfundible...

Lo único que tengo claro es que para el cuerpo ¡sí, también existen! voy a quedarme con el Body Cleansing Pro de Bellissima, el primer cepillo rotatorio que aporta a la piel del cuerpo suavidad, luminosidad, suavidad y un tacto sedoso gracias a la certera forma que tiene de deshacerse de las células muertas. Además, da al tiempo un agradable masaje que me merezco toooodos los días cuando llegan las 10 de la noche.










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