jueves, 31 de octubre de 2013

¿HALLOWEEN? QUE TE DEN CALABAZAS


Acojonadita que me he pasado todo el mes de octubre. Abriendo las circulares del colegio como si se tratara de sobres del Ministerio de Hacienda o Tráfico, con las manos temblorosas y sudorosas... 

Sabía que podía estar al caer.
La notita dichosa avisando de que por motivo de la celebración de Halloween tenía que llevar a criaturita Nº2 vestida de calabaza, tela de araña o murciélago.
Por suerte, criaturita Nº1 tiene el sentido del ridículo muy desarrollado y me ha salido de los de "tonterías las justas" desde que tuvo que ir de pavo (ave de corral) en un función navideña.

Según se acercaba la temible fecha, iba yo ideando excusas mientras crecía el cabreo ese que llaman anticipado, porque "o el sobre viene con el disfraz dobladito, o va a ser que mejor hago una nota diciendo que la niña está mala"...
Tanto miedo, y al final, parece que me he librado. De eso...






Pero el colegio no era el el único agente perturbador de mi orden mental.

La bandeja de entrada de mi correo electrónico se iba plagando de mails con ASUNTOS como: "Prepárate para vivir la noche más terrorífica" (¡toma ya!), "Celebra Halloween a partir de las 23:00 en nuestro local" (cronométrenme ustedes que voy), "Te invitamos a degustar nuestro menú especial Halloween" (es que a mí la calabaza...) o "Maquíllate con la paleta más escalofriante" (oigan, que precisamente me maquillo para disimular mi aspecto escalofriante de las mañanas).

Eso, en el correo profesional. En el otro, todo eran ofertas de Faunia, el Parque de Atracciones, Pizza Hut, Hollywood y etc. anunciando fiestas ad hoc por todo lo alto.
Lo del zoo no lo tengo claro. Pero a este paso, terminan los pobres osos esos que saludan en pie con una sábana blanca por encima y se nos despeñan.

¿Y cómo empezó todo? ¿Fue cuando los americanos llegaron a la base de Torrejón?, ¿por la estrecha camaradería entre Bush y Aznar?, ¿o será cosa de el Corte Inglés?

Si nos ponemos sociológicos, quizá sea culpa de los habitantes de esas urbanizaciones satélites a las capitales, tan "American Way of Life" que lo mismo hacen barbacoas para todos los vecinos en las zonas comunes, que te montan una ginkana de "truco o trato" para atiborrar a los niños de chuches por la urba mientras se toman el gin-tonic.

Me da igual. Yo solo sé que objeto -de conciencia y de gasto-, y que me voy a tomar unos huesos de santo como Dios manda. ¿Todavía existen?





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