jueves, 31 de julio de 2014

¿MEDITERRÁNEO O CANTÁBRICO? I EL ORÍGEN DEL DEBATE


Me debato. Nunca pensé que llegaría a debatir algo así, pero me debato. Quince días de previsión de lluvias después de pasearme en pareo las 24 horas del día durante una semana por la costa dan para planteárselo. ¿Norte o Sur? 
El corazón me dice una cosa y mi lado práctico otra.







Vaya por delante que tengo 1/4 de asturiana y 3 de madrileña y que desde que he nacido jamás he faltado a mi cita veraniega con el Cantábrico. 

Es cruzar el túnel del Negrón y echar la lagrimita -y no porque de repente se haga invierno a 4 de agosto-. Por pura emoción, porque si tengo que ser de algún lugar en el mundo es de esa Casona blanca y guinda del año 1916 que construyó mi bisabuelo. 

Empecé a flirtear con el Mediterráneo hace cuatro años. Y lo hice por las criaturitas.  Me explico.
La Casona está en tierra de nadie. En el monte. Con vistas al mar, sí. Ideal. Pero sin vecinos en 2 kilómetros a la redonda -a excepción de dos cementerios- y con el pueblo más cercano a media hora andando.

Y claro, no tardó en llegar la fase: "mamá, me aburro". Y mis horas de huerta haciendo de portero y dejándome meter goles me terminaron pasando factura. Física y anímica.
Cuando hace bueno y hay día de playa, genial. Criaturitas y yo cogíamos el paipo -así se llama en el norte a la tabla blanda de coger olas- y tres horas dentro del agua. 
Pero cuando llovía, y la cartelera de los cines del centro comercial la Trasona de Avilés ya no daba más de sí, y las Barbies tampoco daban para más escenificación... llegaba el dramón. 
Conste que siempre intento "secuestrar" algún amiguito/a que haga función de acompañante, pero no es tan fácil como parece. En agosto, y en vacaciones, las familias quieren estar unidas y tal.

El verano del 2010 decidí probar otra cosa. Hice el casting. Un proceso de selección de amigos o conocidos con hijos de las mismas edades y lugar de veraneo "pasable" para alquilar una casa durante unos días.
Ganó la familia Borrás -mis queridos Borrás-. Por afinidad de niños y edades y porque iban a Benicassim. Tres horas de tren directo -por aquel entonces aún no me atrevía a conducir por la A3- y la promesa de Marisa de que no tenía nada que ver con los otros Benis ni nada parecido.

Y allá que fui, con unas maletas de las que no llegué a utilizar ni el 5% de su contenido- y una pereza que se me pasó en cuanto me instalé, salimos a la terraza -a 20 metros de la playa- y unos niños de nuestra piscina empezaron a llamar a Criaturitas para que bajaran a jugar con ellos. 
Ya esa noche, tuve que arrastrarles de vuelta a las 12 de la noche porque me quería dormir. 
Y sin rebequita, ni deportivas cerradas que bajaron. ¡En bañador y chanclas! y no se pusieron malos. 

Continuará...

5 comentarios:

  1. Está claro Marta por favor!! La Tierrina siempre!! Para mi no hay ni punto de comparación entre cómo se vive en Asturias y en el resto de sitios (a excepciones quizá de Vitoria, Logroño, Granada y poco más). El Mediterráneo ta muy bien pa los anuncios de Estrella Damm... Pero el Cantábrico es necesario para ser feliz. Buenos días, y a por el finde :)

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  2. Yo soy de Atlántico y ahora estoy enamorándome del Mediterráneo. Lo más bonito es descubrir nuevos lugares, siempre hay tiempo de volver a lo conocido.

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  3. Yo el norte muy bonito para mirarlo pero ya sabes q de cabeza a mi amado Mojácar y "intensa actividad" paea toda la familia.

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  4. Yo el norte muy bonito para mirarlo pero ya sabes q de cabeza a mi amado Mojácar e "intensa actividad" para toda la familia en Pueblo a Indalo y sus fantásticos animadores y los mojitos de Maui beach

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  5. Y por supuesto, en MAUI BEACH, uno de los fantásticos masajes de Merche

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