miércoles, 16 de octubre de 2013

QUIERO SER LINDA... LINDA HAMILTON


Ni "linda" de forma genérica, ni la Evangelista -y que conste que es mi top entre las tops-. A cierta edad. Cuando vemos Terminator 2 entre cabeceo y cabezada, ya no nos fijamos en los efectos especiales, ni en los brazos de Arnold. Nooo. Automáticamente, empezamos a pensar en la rutina de fitness que habrá llevado la pobre actriz para hacerse con tan delicada musculatura en tiempo récord. Y lo más grave... que si ella ha podido... 

Vaya por delante que desde el examen de gimnasia de 3º de BUP no me ponía un chandal (luego busco un sinónimo), y menos aún unas zapatillas de deporte. Eso de cansarse a posta, como que no, que bastante se cansa una ya sin comerlo ni beberlo... pero debe ser que el cuerpo es sabio, y que ese finde habían enesi-reprogramado la película de marras, que el 4 de febrero del año de 2013 D.C. me apunté a un gimnasio.





Las "cariñosas" broncas de un amigo médico que corría maratones y todo, y el enterarme de que mi querido Alexandro Valeiras -al que es casi imposible ver si no es desde la platea- iba a un gimnasio pegadito a mi casa, fueron los detonantes que hicieron saltar ese resorte fitness que ni sabía yo que tenía.
Entré muy ufana. Con las zapas más "discretas" que encontré en el mercado -ver dibujo-, unos leggins negros y una camiseta-de manga larga off course-. Entre todos los monitores me tocó Edu, y cuando me preguntó qué quería conseguir contesté sin dudar: "el cuerpo de Linda Hamilton en Terminator 2", ni pestañeó. Debe ser una exigencia inherente a las mujeres de mi generación. Automáticamente, comenzó a señalar con distintos rotus fluorescentes, una serie de dibujos inteligibles que figuraban en la que ya sería para siempre mi "ficha de actividades". Cuando me explicó que se suponía que la figura humana sería yo, y que esas "cosas" eran los aparatos que después me enseñó "en visita guiada", lo vi "chupao". Llegué a pensar que aquello iba a ser una especie de gimnasia pasiva articulada y con más watios. Inocente de mí!!! en cuanto me tumbó en el suelo a hacer abdominales -porque al parecer no hay máquina que los sustituya-, supe que había comenzado mi primera relación de amor-odio con un tío bien musculado.



2 comentarios:

  1. Queremos más ¡Mucho más!
    y seguir cada uno de tus consejos

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  2. Marta, a mi me gustas tu mucho más que Linda Hamilton, ja,ja,ja.... Mi modelo de mujer madura es Catherine Keener, asi que nunca tendré que muscularme de más (eso sí, ella tiene un tipazo a su edad... me encanta). besos, GRACE

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