lunes, 30 de diciembre de 2013

EXÁMEN DE RECUPERACIÓN. PROPÓSITOS PARA EL 14


Digo recuperación porque, para mí, de siempre, el día ideal para hacer la lista de buenos propósitos es el 15 de septiembre, coincidiendo con el esperado inicio del curso escolar. El 1 de enero es más para volver a prometer e intentar cumplir ya en serio. 

Y no es por no tener una fuerza de voluntad férrea, es que yo soy más de grandes hazañas que de lista de propósitos, sobre todo cuando son rutinarios. En el 2010 alcancé, después de muuuchos años, mi peso ideal -y ahí me he quedado-; en el 2011 me dejé de morder las uñas; en el 2012 dejé de fumar -ni una calada desde ese verano-y en el 2013 me propuse volverme deportista -y casi que rozo la vigorexia ya y todo-. El pasado 1 de septiembre me propuse hacer un blog -y el 14 de octubre colgaba el primer post-...

Hasta aquí las hazañas. Que muy bien. En lo que yo fallo precisamente en los detalles "sin importancia". En las cosas más tontas y rutinarias. Pero de este año no pasa que cumpla con los propósitos que dejé aparcados en septiembre. Y ojo, que la teoría me la sé a la perfección, es solo que en casa del herrero... ya se sabe.

1. Me desmaquillaré dos veces al día. Aunque no me maquille... y aunque me hayan maquillado los mejores  make-up stars de universo. Que ahí está el problema. Que te dejan taaan impresionante, que cómo vas a tirar de algodón y limpiadora al llegar a casa, casi que es hasta un desaire para con ellos ¿no? como borrar las Meninas con aguarrás. 
El pasado mes de mayo, cuando Junior de Dior me agrandó la mirada en el Festival de Cannes y me dejó tan de cine -que ganas me entraban de cruzar de espontánea la alfombra roja-, no me desmaquillé en tres días. Lo confieso, no fui capaz. 
Pero este año... he pensado hasta llevarme las toallitas Essencials de Garnier siempre en el bolso para ir desmaquillándome en el taxi las noches que vuelvo tarde y que luego no me venza la pereza. Es que es fundamental. Si la piel no está perfectamente limpia, hace "escudo" y de nada sirve que luego extiendas la mejor de las cremas anti-edad.

2. No volveré a plancharme el pelo sin aplicar antes un protector térmico. Que no se cuántos envases tengo ya del Hot Constructor de L´Oréal Professionnel en el armario del baño, pero luego, se me olvida y al final, se acaban abriendo las puntas, y hasta los medios. Creo que voy a poner una pegatina en la plancha con la palabra spray. 
SPRAY, SPRAY... no me he vuelto loca, no. Me estoy desahogando, que últimamente los correctores de estilo de algunas redacciones me obligan a escribir "espray", que por lo visto, ahora lo manda la R.A.E. Pero como este es mi universo paralelo... ssssspray.



3. Me pondré crema de manos con regularidad. Siempre me ha costado. Tengo la piel bastante grasa y problemas de absorción, y después se me escurren las cosas y hasta rompo piezas de la vajilla. Pero me la pondré y esperaré obediente hasta que penetre. La piel de las manos me ha dado el primer toque de atención. Son ellas, y el escote, las zonas que delatan nuestra edad con más precisión que un D.N.I. De momento, la Crème Mains et Ongles de Caudalie tiene todas las papeletas para hacerme cambiar.

4. Usaré crema de cuerpo. Siempre. Todos los días, y no permitiré que las bajas temperaturas -en el cuarto de baño no tengo radiadores- sean excusa para salir de la ducha apresuradamente y saltarme esa buena costumbre que no me salto en verano. A estas alturas, medio España sabe que soy fanática del Ginger Souflé de Origins, pero la alternaré con Size 0 de Rodial y con el Tratamiento Anticelulítico de Somatoline, tan efectivo que hasta puede provocar enrojecimiento y calor en algunos casos -el mío-. Yo, aprovecho para entrar en calor... me encanta. 

5. Me arreglaré cada día como si fuera a encontrarme a Luis Tosar en el portal. Hasta para bajar la basura y para ir a por el pan a las 8 de la mañana. 
Y aunque escriba en casa, y no tenga que ir a la redacción ni a ninguna presentación cosmética, lo haré con tacones, con los labios pintados y bien peinada. 
Eso se lo leí una vez a Elvira Lindo y me encantó. Según ella, es la forma de no caer en la desidia del pijama y posterior depresión cuando trabajas en casa. 
Y no será por falta de recursos, que a mí, un simple trazo con el nº 203 de Le Rouge de Givenchy me sube la moral y hasta la inspiración. 

6. Correré más a menudo, y sin trampas. Reconozco que me estoy relajando en la frecuencia y que la cuesta abajo me tira mucho y que, como improviso el itinerario pues... me dejo caer -literal-. Y como a la vuelta voy en metro... 
A partir de ahora, cada día que vaya planificaré la ruta sin fijarme en la orografía ni el nivel de inclinación de terreno. Como si me toca la cuesta de Francos Rodríguez (bueno, esa no, porfa).
El año que viene, por estas fechas, tengo que estar preparada para correr la San Silvestre.

7. Se acabó el "ojos que no ven...". Este año sí que me hago el láser en las piernas -que es la zona que me falta-. En el Instituto Médico Láser, off course. El truco es pensar -aunque llevemos mallas, vaqueros y tres sudaderas superpuestas- que igual nos tenemos que poner en bikini esa misma tarde. O como decía mi abuela... "que siempre te puede atropellar un coche y tener que ir a urgencias...".

Esta vez, como queda públicamente por escrito, igual los cumplo y si no, ya os contaré. El 1, el 3 y el 4 son mis huesos...



domingo, 22 de diciembre de 2013

LOTERÍA. ESTE AÑO, TAMPOCO. PERO CASI MEJOR


Me encanta -aunque me agita un poco- esa semana previa a la Lotería de Navidad. Hago listas de deseos, cálculos... visito áticos de cuatro dormitorios convencida de que en breve serán mi hogar; pierdo horas de sueño pensando en qué ponerme cuando vengan los de los informativos a grabarme mientras descorcho una botella de champán y abrazo a los vecinos; me distraigo en el trabajo pensando si pintar las paredes del ático en gris arena o dejar el verde de siempre... 
La lista definitiva, la cerré ayer a las 7 de la tarde. ¿Os la paso?

1. Un ático -de no más de 550.000 euros- en la zona animada de Chamberí. Casa señorial, de techos altos, molduras, balcones, suelo crujiente y pasado oscuro. Con terraza de mínimo 15 metros, dos baños y un despacho de verdad, es decir, con puerta y todo.

2. Si escatimo en el precio es para repartir el resto y ver qué cara ponen mis amigos y familiares más necesitados cuando les meta sobres -"honestos" por supuesto- en el buzón para que tapen sus agujerillos. 

3. Cinco días al mes los pasaría en Canarias. No necesito irme a paraísos más lejanos, aunque me lo podría pagar de sobra. Se trata solo de poder ponerme el bikini, bañarme en el mar, y tener colorcito cuando me de la gana y no cuando lo marque el calendario. Eso es lo único que siempre he envidiado a los ricos. Poder huir del frío, el calor, la caída de la hoja o las alergias primaverales a mi antojo. 

4. Por supuesto, un finde largo de cada mes, lo pasaría en Londres. Mi ciudad entre ciudades. Me llevaría cada vez a una criaturita.

5. Bueno... si es que no les he mandado a un internado a Irlanda, por eso de su educación y mi salud mental. En ese caso, quedaríamos directamente en el aeropuerto. 

6. No volvería a fumar, pero sí volvería a ponerme extensiones, me haría dos sesiones de radiofrecuencia semanales a ver si de una vez se empieza a levantar todo... y lo más importante... toooodas las noches, de 10 a 11 de la noche vendría una masajista para dejarme a punto. ¿Es la mejor hora o no?

7. No dejaría de trabajar. Jamás, con lo bien que me lo paso... pero me quedaría con menos encargos y no permitiría que "eso" interfiriera en mis viajes o mis citas de belleza o relax. Eso si, me volcaría con Happily Bleeding (el grupo de música de mi ilustradora Anac) y alquilaría la sala Galileo solo para ellos. Esa sería mi "inversión inteligente".

8. Tampoco contrataría un entrenador personal, pero iría al gimnasio... vamos, que hasta una armario exclusivo para ropa deportiva iba a tener. 

9. Me apuntaría a todos esos cursillos "chorra" que siempre quise. Bordado, redes sociales, dibujo de cómic, cocina japonesa, nociones básicas de motor, adiestramiento de perros... 

10. ¿Ropa? no, si acaso piezas de esas vintage como inversión y algún tacón de noble cuna. Joyas y pieles, nunca. Compraría arte. Eso de poner puntos rojos en las galerías me pone. Pero ya no preguntaría el precio. 

Pues tanto plan y al final, no me ha tocado, pero casi que mejor ¿verdad? Echaría de menos mi casita y lo de compartir baño -que mantiene a la familia muy unida-. Los amigos, igual se terminaban aprovechando de mí. Aún no me habría decidido entre el Birkin y el Amazona y estaría venga a lexatines. Podría acabar, entre bronceado y extensiones, como una Donatella Versace cualquiera o peor aún, con un melanoma, y hubiera terminado tan desquicidada con los de la reforma y las colas de Ikea, que ni el masaje de las 22 horas... 

Menos mal que me conozco y no llevaba ni un décimo ni una participación. Además, bastante me cuesta en enero enfrentarme al 130, el 330 y el resumen anual como para tener que incluir el gravamen este nuevo del 20%, que seguro que es un impreso nuevo. 

LOS 5 BEAUTY-INVENTOS QUE ME SALVAN LA VIDA CASI A DIARIO


A mi humilde entender, estos son los auténticos suuuper inventos de belleza de nuestra era. No sabría elegir entre estos cinco útiles de belleza, el microondas, el móvil, la anestesia epidural o el wathsapp. 

1. Mini Plancha de Babyliss.  Desde que dejé de fumar, me cabe hasta en un bolso de noche, y gracias a ella, ya no tengo tanta manía a la lluvia y hasta me atrevo a veranear en la costa sin temor a que la humedad me ondule. ¿Que no es para tanto? Algunos me habéis visto -una es humana y a veces baja la guardia- con el pelo rizado. Y no, no hablo de suaves ondas o de un ligero encrespamiento... Rizos y rizos... de efecto muelle y todo, como de anuncio de Hydrarizos de Garnier. 
Y que sí... que me queda mejor rizado... lo sé. Pero la cuestión es que necesito taaanto orden mental adicional, que sólo alcanzo el Nirvana intelectual y espiritual con una melena perfectamente lisa y ordenada y con el pelo rizado no soy capaz de concentrarme. 
Esta mini plancha es mi "lexatin" y tengo que decir que su reducido tamaño no le resta valor ni eficacia. Sólo tengo una pega. Si tuviera pilas... ay si tuviera pilas en vez de toma de corriente... me la llevaría hasta a una isla desierta. 



2. La BB Cream de Garnier. Hay quién me acusa de inmovilismo, porque fue la primera que irrumpió en el mercado -perdón, fue la BB de Erborian, pero no la probé- y parece ser que no he dado suficientes oportunidades a las tropecientas mil que llegaron después ni, si nos ponemos puretas, a la siguiente generación de CC Creams. Pero es que me conquistó al primer contacto de piel y yo siempre he sido fiel a la primera impresión y a cualquier producto que me haga sonreír. El efecto photo-shop frente al espejo, en diecto, y con tu careto como protagonista... Se puede decir más alto pero no más claro. En verano, el tono oscuro, en invierno, el claro... Elimina brillos, iguala el tono, hidrata, tapa con discreción ojeas y bolsas, favorece, y permite prescindir del maquillaje posterior y hasta de la hidratante previa si andas apurada. 






3. Agua Micelar de Bioderma. Gracias a ella, ahora me desmaquillo día sí día día también, y noche sí noche también, sin que se me pase por la cabeza cometer delito dermatológico. Gracias a ella, también, descubrí la limpieza facial como un gustazo, un semi orgasmo cutáneo y comencé a comprender hasta la existencia del tónico. Ya no hay excusas como el frío, la falta de tiempo o las horas a las que se llega a casa para descuidar la limpieza facial. ¿Lo mejor? que desde que forma parte de mi rutina, me pongo máscara de pestañas a diario porque basta una pasada con un algodón impregnado en ella para hacerla desaparecer. 




4. Champú Seco de Klorane. ¿Que cortan el agua? no hay problema. ¿Que te has dormido antes de una reunión impotante? tampoco. ¿Qué simplemente te da mucha pereza? tienes todo tu derecho. Los champús secos son el equivalente al quitamanchas ese en polvo que sacan inmediatamente en todos los restaurantes "bien" cuando un señor mete la corbata en la salsa. Ese inventazo que, ojo, no sustituye al champú más agua, pero es muy digno y te puede salvar de aparecer con coleta engominada en un coctel  -habrá a quién le quede bien- o de andar por el mundo haciendo alegatos a la grasa... Para ocasiones especiales, pulverizado a 15 centímetros del cabello, y después de una vigorosa cepillada, puede refrescar y dignificar tu melena en cuestión de segundos. 




5. Magic Nail Polish Remover 1 Second de Bourjois. Su lanzamiento coincidió con el momento en que me deje de morder las uñas y me dio por pintarlas de rojo (hay que tirar de hemeroteca, ir a "entradas antiguas" y buscar "Mis tres rojos"). Solo diré que está más cerca de la magia blanca de que de la cosmética. A mí, de la manicura, lo que me echaba para atrás era lo de recoger después los algodoncillos manchados de los ceniceros (para invitados) del salón y tal...  y ya me estaba planteando volver al diente cuando lo descubrí. Metes la uña un segundo y sale sin esmalte. ¡Y hala! venga a probar con el amarillo limón, el azul eléctrico, el verde loro... así, por probar, para luego quitar... la manicura ya no tiene límites. 




miércoles, 18 de diciembre de 2013

UN SELLO PARA PROVINCIAS Y UN SOBRE HONESTO, POR FAVOR


¡Pero dónde hemos ido a parar! A partir de ahora, cuando vayamos al estanco a comprar el kit de correspondencia, habrá que especificar si queremos un sobre honesto o convencional. 

Pues sí. Ha robado mucho, y ha "regalado" más, pero al parecer, y sin querer, Bárcenas también ha abierto un nuevo modelo de negocio. Paradójicamente, éste nace sin ánimo de lucro, y con el único propósito de abastecer de útiles epistolares a todos los que estén hasta los mismísimos de la corrupción. 
Sí. Los sobres se han visto obligados a "defender su honor" y la agencia de comunicación Proximity les ayuda creando la iniciativa "Sobres Honestos"




Que sí... que también es en serio. Esos sobres nacen, en palabras de la mismísima NdP "para contrarrestar el efecto Bárcenas".
¿Qué pasa, que echar un sobre en un buzón o entregarlo en mano comenzaba a ser algo mal visto?
Por lo visto, sí. Que un estudio desarrollado por la ONG Transparency International señala que "España es percibido ahora como un país más corrupto que Botswana, Brunei o Qatar y los Sobres Honestos han sido creados con el objetivo de restituir la dignidad y utilidad tradicional". 

¿Y cómo son? pues como los otros, pero con una mirilla que garantiza que su contenido sea público. Porque al parecer, y sigo citando la NdP "el ya conocido popularmente como efecto Bárcenas, sitúa bajo sospecha cualquier movimiento de sobres".

Para que no te miren mal por el hecho de llevar un sobre bajo el brazo o en el bolso, ya sabes. Has de hacerte con un pack de Sobres Honestos (10 € 10 sobres) y "recuperar la dignidad". Que nadie piense mal. "Su diámetro solo permite el pago de sobresueldos a nietos, hijos y sobrinos con monedas de 2 euros y su tamaño de 220 mm x 156 los convierte en instrumentos no aptos para envíos con complementos".

Pero no solo son honestos. No. Tienen más virtudes. "Han sido fabricados con papel de piedra biodegradable y para su creación no se ha talado un solo árbol ni se ha malgastado una sola gota de agua". 

¡Sobres sostenibles! ¿Los quieres? pues tienes que darte prisa y acudir a cualquier quiosco, papelería o librería de Madrid o Barcelona. 

Y si te has quedado con dudas, consulta en www.sobreshonestos.com. 
Y de paso, veis que escribo en serio. 


sábado, 14 de diciembre de 2013

PREMIO PELO PANTENE PARA ROSENDO ¡YA!


Ahí sigue dando guerra esa melena carabanchelera. Sin pre-aviso de entradas y con las puntas perfectamente selladas. Cada vez más canosa, eso sí. Pero con la inmunidad estética que las canas otorgan cuando se entremezclan con un tono de base rubio ceniza y naturaaal. Y es que Rosendo no envejece. Bueno sí -que en nada cumple los 60 tacos-, pero no al modo usual. En él, la evolución cronológica es la de ir pareciéndose cada vez más a un jefe de tribu india. 



Tres veces en mi vida me la he jugado acercándome hasta la primera fila en mitad de un concierto, a pesar de las protestas del "respetable" y de las miradas furibundas que me lanzaban. Y las tres veces, más que por incordiar, fue para comprobar de cerca determinados detalles estéticos que me tenían en vilo.
Ni yendo de concierto consigo desprenderme de la periodista de belleza que convive en mí...

La primera vez, en el Palacio de los Deportes de Madrid. ¿El motivo? comprobar si Dave Gaham llevaba prótesis de trasero o no... -en esa época eran el último grito en las consultas de cirugía-. Mi súper amigo Fruela Zubizarreta me cubrió para llegar hasta la pasarela central y parece que no. Es solo que sabe sacarlo muy bien. Tomé buena nota, y ahora bailo como él. 

Hace cosa de cuatro años, en la Riviera, volví a hacerlo. Esta vez, para constatar si los abdominales de Iggy Pop tenían más de masa muscular o de pellejo. Ufff. Puro músculo, el tío es todo fibra... y tanto me acerqué, que casi se me tira encima en el momento "I wanna be your dog". Por suerte, pude apartarme a tiempo. Andaba fastidiada de las cervicales, y aunque Iggy no pese más de 40 kilos, no me hubiera venido nada bien. No me extrañó nada, pero nada, cuando pocos meses después Paco Rabanne le convirtió en imagen de la campaña de Black XS. Mucho habían tardado. 

Y ayer. Ayer no podía salir de La Riviera sin rebuscar a fondo indicios de reflejos, tinte o efecto raíz en la fibras capilares de Rosendo. Uno puede ser rubio natural hasta los 6 años ¿pero a los 60? Pero no, es todo suyo. Y nada mejor que una rubia "de bote" de toda la vida para identificar esas cosas. Su pelo es virgen y natural, como todo él. Y con un peso y una caída natural medio en onda controlada que ya quisiera yo.  Y por eso, voy a empezar a recoger firmas para que le conviertan en chico Pantene.

¿Que solo es para chicas? pues que cambien los estatutos, que si se han alterado para asegurar que la infanta Leonor pueda reinar... no será tan difícil.

jueves, 12 de diciembre de 2013

¿SABES FINGIR UN CATARRO? SI NO, UNA APP SE ENCARGA


En serio... que esta vez también va en serio. La noticia surrealista de la semana también me ha llegado a través de Elenita la de Mía. En realidad, es del departamento de moda, pero como ahora hace taaantas cosas, pues lo mismo le mandan notas de prensa de bragas que neutralizan flatulencias, que de aplicaciones para i-Phone capaces de simular un catarro por ti y echarte una mano a la hora de escaquearte de algún embolado. 






Si fuéramos con la verdad por delante, con el "me encantaría, pero no me apetece" de Phoebe de Friends, no habría que llegar a tales extremos. Tampoco, claro está, si las empresas no fueran tan de cenas o copas navideñas, los amigos tan de querer verse justo ahora y la familia tan de quererse unir aún más. Pero no lo hacemos, así que no sería de extrañar que esta nueva app fuera una de las más descargadas de la temporada. 

Se llama Catarrator (no es coña) y al parecer, funciona de una manera muy sencilla. Te la descargas y grabas un mensaje de voz contando lo malito que estás, la fiebre que tienes, que no has parado de toser en toda la noche, que no has pegado ojo y que a ver si te ve el médico. Después, un complejo entramado acústico se encarga de reprogramar tu mensaje, añadiendo toses, mocos y un tono gangoso perfectamente creíble.  

Si yo fuera tecno-lista ya me la habría bajado, para contar en mis propias cuerdas vocales como resulta la experiencia y si realmente cuela, pero como no lo he conseguido, y las criaturitas aún no han vuelto del cole, me remito a la nota de prensa. 

"A partir de un mensaje grabado en el móvil, Catarrator congestiona la voz, tose, estornuda y carraspea por ti para escaquearte de los planes pereza o imprevistos poco apetecibles..... 
El funcionamiento de Catarrator es muy sencillo, tan solo tienes que grabar un mensaje en tu movil, un par de frases advirtiendo de la imposibilidad de acudir a una cita concreta y Catarrator se ocupa del resto... todo efecto es poco para fingir un resfriado y librarse de esos planes que dan tanta pereza...
Catarrator es la solución para ese bad-pan que todos tenemos marcado en negro en la agenda...
no importa la excusa, Catarrator consigue que te imaginen arropado con una manta, rodeado de pañuelos, mientras empleas tu tiempo en lo que realmente te apetece".

¿Qué si realmente se vende? pues claro "La App Catarrator está disponible en descarga gratuita para Google Play y Apple Store".

De no ser gratuíta... ¿pagarías por ella?

Yo de momento no lo necesito, soy buena actriz para fingir catarros, pero intuyo que esto es el principio de algo y que hay un gran segmento a explorar por delante. ¡Echadle imaginación!

Eso sí, solo espero que Elenita no me esté (o la estén) tomando el pelo y me acaben clausurando el blog por infamias. Que ya van dos de estas... 





miércoles, 11 de diciembre de 2013

BIENVENIDA AL GLN (GRUPO DE LIBERACIÓN NAVIDEÑO)



Yo lo tengo clarísimo, si Dickens hubiera sido coetáneo, el Sr. Scrooge hubiera sido una mujer de entre 30 y 50 años, trabajadora, con hijos y con un marido de esos que en las celebraciones solo sirven para poner las copas. 
El espíritu navideño de antaño se está transformando en una colección de caras agrias. Y todo, desde que esto se salió de madre y se empezaron a incorporar obligaciones y costumbres paganas. Yo, como objetar del todo no puedo -pobres criaturitas- pero no soporto estas fechas de pasteleo y consumismo impuesto, llevo años haciendo malabarismos para que al menos no me afecten, y este año, hasta he creado el GLN (Grupo de Liberación Navideño). 
Sólo hay que seguir 9 estatutos (o mantras) para ingresar en sus filas. 






1. No mires alrededor. Por la calle digo. O terminarás calculando el coste de las luces Navideñas y te cabrearás mucho. Evita también mirar a los lados, no sea que el Papá Noel de turno se te eche encima (sea de carne y hueso o hinchable), y por supuesto, no te quites los auriculares de los oídos para combatir a golpe de tu música favorita los hilos musicales varios que intentan volverte loca. 

2. Si trabajas, no te emociones pidiendo días libres. ¿No es mejor reservarlos para alguna mejor ocasión? Al final terminarás visitando algún Belén humano y sufriendo por el desabrigado bebé. O peor aún, en Cortilandia, o viendo a criaturita 2 sentada en las rodillas de un Melchor que apesta a ron. Y de verdad, que no puede haber Reyes en cada Centro Comercial, que se rompe la magia...

3. Muchas se alistan en el GLN porque para ellas la Navidad significa estrés, ruina económica y kilos de más. ¿Para qué vas a comprar todo ese surtido de turrones, polvorones y mantecados. Si acaso peladillas, o esos dulces de la bandeja de los turrones que al final nadie se come. Y super importante, ve al súper recién comida y a ser posible llena hasta arriba. Ya verás como no das volantazo al carro para desviarte a la sección de folklore navideño. Y ojos que no ven... boca que no peca. 

4. Hazte la loca. Se puede. Hasta el día 24 a las 7 de la tarde, cuando puedes exclamar "anda si tengo una cena". Y que sea entonces y solo entonces cuando te empieces a arreglar (si hay suerte), o a precalentar el horno y poner la mesa (si no la hay). 

5. El delicado tema de los regalos puede simplificarse entre los adultos con un "amigo invisible" o usando la crisis como excusa (para algo tenía que servir) y objetar temporalmente. Los otros, los "imprescindibles", pues yo llevo compra que te esconde desde mediados de octubre. Por lo menos me he quitado el estrés de última hora y la locura de la planta tercera de El Corte Inglés en estas fechas.

6. ¿A alguien le apetece comer el día 25, cuando aún no ha digerido la cena de Nochebuena? Yo sugeriría trasladarlo al 26, o unificarla con la de Año Nuevo, pero como seguro que me la cargo, pues intento convencer a la gente que me rodea de simplificar platos, tirar de sobras o dejarnos con hambre, que tampoco pasaría nada. 

7. Bajo ningún concepto de sale en Nochevieja. Bastante tengo con mantenerme despierta hasta la medianoche, para no sé por qué pagana tradición, tener que digerir doce uvas de golpe -reconozco que si no las como me da como yu yu y pienso que va a caer sobre mí una maldición-. El año pasado intenté sintonizar canales del Este, de algún país con adelanto de dos o tres horas... pero no hubo forma. ¿Pero encima arreglarse para salir? Yo me divierto los días que yo quiero, y aún no he superado la fiesta del 98. Cuatro horas de atasco, anginas de campeonato, un dolor de pies que aún no se me ha pasado y tres días de resaca. Me niego a volver a estrenar año en ese estado. 

8. La Cabalgata, o por la tele, o desde casa de Almudena y Poti, a dos metros de la plaza de Colón, desde el balcón y tomando un tinto de calidad y queso de cabra con cebolla caramelizada que es la especialidad de la casa. Y aprovecho para hacer una reclamación seria. ¿Acaso no hay negros de verdad en Madrid, para que tenga que ir un señor embetunado, y los demás sufriendo y pensando "ay madre, que se descubre el pastel".... Dicho queda.

9. Y si tienes niños en edad de "montaje", no se te olvide añadir en su Carta a Sus Majestades de Oriente, un ex-trabajador de Ikea o Leroy Merlin a domicilio para el 6 de enero durante al menos, tres horas. ¿Que para qué? para desalambrar zapatitos de la Barbie, montar cocinitas, instalar wiis, ir al chino a buscar pilas... 

martes, 10 de diciembre de 2013

EXTENSIONES, UNA ADICCIÓN COMO OTRA CUALQUIERA (2º PARTE)


Nos habíamos quedado en el traumático momento de la retirada de las extensiones de queratina en el tocador. Los saludables y kiloméricos mechones del "cabello invitado" por un lado y mi deslucido cráneo por otro. Cuando los barrieron y fueron a parar a la basura -cual fosa común-, eché la lagrimita. Bueno no, fueron sollozos compulsivos. 

El experimento había terminado, y mientras intentaba acostumbrarme a mi pelo de toda la vida, que me parecía mil veces más finústico y pobre que nunca, todos me consolaban. "Que es psicológico, pesada"... pero yo, como una yonqui de la fibra capilar. Tirando de gorros, dando infinitas vueltas a la goma de pelo para cogerme una coleta y despertándome a media noche sobresaltada para correr al espejo y constatar que no era una pesadilla. 
Conste que me ofrecieron "repetir", pero por desgracia, ya sabía que las extensiones de queratina no eran compatibles conmigo. Por más de una razón.

Te las puedes permitir si: A. Cuentas con un presupuesto ilimitado para coqueterías varias y puedes desembolsar una media de 500 euros cada dos o tres meses sin que te tiemble nada. B. Tienes un pelo de base fuerte. Hay que puntualizar -y aquí me pongo seria-, que el peso extra añadido termina por traccionar y algunas de las extensiones caen junto con el propio cabello. C. Tienes un botiquín bien surtido de antidepresivos o ansiolíticos para el momento post. 




Y cuando me estaba quitando y malamente me iba haciendo a la MacMartac de toda la vida... me enseñan las extensiones autoadhesivas. Algo más baratas, reutilizables (no terminan en la fosa común y te las puedes volver a colocar hasta cinco veces) y con un sistema de "pegado" que no comprometía tanto la seguridad de los cabellos más frágiles. Las ponían en Rizos y allá que fui, sabiendo que contando con los ahorros, no iba a poder pagarme más que un paquete... 200 euros el paquete de 20 mechones y 200 más la mano de obra, más mechas, peinar... 500 de golpe. Que si los hubiera tenido en un billete, hubiera parecido menos...

Pero merecía la pena. No era el melenón de la primera vez, pero sí una melena digna y en condiciones y extra larga, que en invierno, con gorro de lana queda de lo más juvenil. 

Cada dos meses hay que retirarlas y subirlas para que los demás no noten nada, y volver a desembolsar 200 euros, claro, y según se acercaba la fecha límite... Noches en vela maquinando. "¿Y si por mi cumple en vez de libros y ropa pido pelo, y pongo una especie de lista de 40 Aniversario en Rizos?", "¿y si no alquilo el apartamento de la playa este año, que me está apeteciendo el agosto madrileño? me da para 16 meses". Y sí, y sí... y de repente, tuve una revelación, cogí la calculadora, y descubrí que ¡gastaba una media de 220 euros al mes en tabaco! si lo dejaba, me daba para los retoques bimestrales y hasta para apuntarme a un gimnasio.

Y ese fue el verdadero motivo de dejar de fumar. Para pagarme las extensiones. Siempre lo he dicho, que un vicio quita otro vicio.  A las dos semanas, dejé de fumar definitivamente, a los seis meses me densenganché para siempre de las extensiones y dejé que mi querido David Lorente me cortara una midi... y ya solo me queda una ligera adicción al gym.

No salió tan mal la cosa ¿verdad? 




miércoles, 4 de diciembre de 2013

DE PROFESIÓN, MIS PRECIOS


Por si alguien no se ha enterado todavía, la que maneja mis hilos tuvo que pasarse el fin de semana pasado editando ocho bodegones de Navidad plagados de productos, identificándolos, buscando precios... y casi muere en el intento.

Por si alguien piensa "será ridícula y quejica" explicaré que:
A. Era fin de semana (es lo que tiene ser free-lance) y no había nadie a vuelta de mail para apagar fuegos ni, obviamente, a ella se le ocurrió perturbar el merecido descanso de nadie. Bueno sí, hubo un whatssap desesperado. 
B. La disquetera del Mac esta inoperativa desde hacía tres semanas, ocupada por un CD que no hay forma de evacuar. Ni con clip desenrollado. 
C. Había un complot de ONO para obligarle a contratar más capacidad, y el ordenador se colgaba y exigía reiniciar cada 7 minutos aprox. 
D. Criaturita 1 apararecía cada 4 minutos por la cocina-oficina pidiendo usar el portátil para jugar a algo en plan "jo mamá, que morro tienes... siempre lo tienes tú..."
E. Criaturita 2 irrumpía con la música a todo volumen cada 6 minutos para subirse a la encimera y ejecutar una coreografía de Violetta. "Esta si que es la definitiva mami, que he ensayado"
F. Los productos de los bodegones no posaban de frente. No, algunos estaban boca abajo... otros, literalmente destrozados o desmenuzados por el instinto artístico del fotógrafo.
G. Cometió el error de novata de no apuntar al detalle cada producto antes de mandarlos a fotografiar. 


Y es que los precios son tarea ardua y complicada. Estoy segura de que la inmensa mayoría de sus compañeras prefieren escribir un ladrillo de cuatro folios en word que vérselas con un bodegón de siete productos. Es más, cuando llegas a cualquier redacción y alguien está "de malas" y con una sospechosa pila de dossieres a sus pies, es que está poniendo los precios. 
Si. Es el "déjame, que estoy de precios". Casi casi, como el "estoy premenstrual". 

Por lo general, vienen en el dossier... sea físico o digital... pero no siempre. A veces tienes que llamar para que te los den. O son cosas taaan caras que como que debe dar pudor ponerlo...
Y luego, que somos humanos, y al final, los dossieres se pueden perder -o tirar-, o puedes tener tan desordenados los archivos que sólo de pensar en buscarlo... o problemas con el yahoo...

Y diréis, "pues que hubiera buscado en internet". Pero no, porque pones nombre de producto + precio y aquello te deriva a páginas de subasta ilegales y te encuentras con que un contorno de ojos de Clinique vale 1,99 y como que sospechas y no te cuadra. 

El humor solo le cambiaba cuando daba con la página web de alguna firma que vendía on-line y con los precios rigurosamente actualizados. O con una de esas marcas de las que tiene "pase digital de prensa" para entrar como Pedro por su casa para descargarse fotos y ver tarifas.

No, no se los puede inventar. Eso siempre da problemas. Por mucha puntería mercantil que se tenga, por diez céntimos por debajo puedes originar un Def Con Dos en el punto de venta. Dile tú a la señora que llega a caja con el recorte de la revista, que le quieres cobrar más que lo que dice el periodista (ha pasado).
Y las veteranas, ya saben que es mejor pasarse por lo alto, y que la compradora, al menos, tan contenta. 

Antes de la era internet, solía bajarse al Corte Inglés, libreta en mano, e iba preguntando y apuntando los precios de cada elemento bodegonil. Tardaba mucho menos que empezar a llamar una por una a todas las RRPP para pedirlos. Pero es que encima era domingo. Y el wifi le iba taaan lento...

Si no le dio algo grave fue gracias a las beauty- guerrilleras que estaban "de guardia" en facebook este fin de semana. dispuestas a identificar y hasta ayudar con los precios. 
Como vuelva a escuchar que entre las de belleza hay competencia... Las free-lance se portaron. Era colgar un foto de algún OBNI (Objeto de Belleza no Identificado) y al momento... "eso es de Sephora, el glitter liner de Navidad" o "ese que está boca abajo y de espaldas, el nº 17, es de marca bio, seguro, que a trasluz se ve el sello de ecocert, busca por orgánica"... 
Solo con su ayuda, pudo dar a "enviar" el lunes a las 10 y quedarse tranquilita. 
¡Gracias compañeras!

martes, 3 de diciembre de 2013

BRAGAS NEUTRALIZADORAS DE FLATULENCIAS. EN SERIO



Que sí, que muy en serio. Antes digo lo de los post de emergencia fruto de la rabiosa actualidad y antes me veo obligada a pegar un volantazo -a reflejos no me gana nadie- y dejar a medias lo de las extensiones (2º parte). Pero es que o lo comparto, o exploto... o me compro unas.


Para que luego digan que ir a la redacción a editar un tema no es divertido. 
A eso de las 4 de la tarde, Elenita -la súper coordinadora de moda y todo lo que le echen y surja- suelta una carcajada frente a la pantalla de su ordenador, seguida de un "¡¡¡Si es que no me lo puedo creer!!!!! ¿pero qué es esto???". 
Como no entendía muy bien entre las risas. Era algo de culos, pedos y lencería... le pido que por fa me lo reenvíe. Y me lo reenvía. 

Y de repente, mi bandeja de entrada con un mail de ASUNTO: REVOLUCIONARIA ROPA INTERIOR QUE ELIMINA EL OLOR DE LAS FLATULENCIAS. 


"Uy, que esto va a ser un virus" digo yo de primeras, muy precavida... pero como era el Mac de la ofi, pues lo terminé abriendo. 

Y no, nada de un virus. Era una nota de prensa en toda regla. De una empresa llamada My Shreddies, con su agencia de comunicación detrás y todo (¡¡cómo se lo tuvieron que pasar durante el brain storming y a la hora de redactarla!!). Y con frases como... COPIO Y PEGO: 

"My Shreddies es una marca inglesa que ha desarrollado una curiosa gama de ropa interior para ayudar a todas aquellas personas que sufren flatulencias malolientes. 

Se trata de prendas de ropa interior para hombre y mujer con un diseño moderno y contemporáneo ofreciendo la máxima comodidad para un público joven. Lo más sorprendente es que ha sido diseñada para atrapar el mal olor procedente de los gases. ¡Tal y como lo leen!
Esta innovadora empresa inglesa “My Shreddies” después de realizar numerosos estudios, ha creado braguitas y calzoncillos con la tecnología “Zorflex”, una fibra de carbono situada en la parte trasera de forma discreta que filtra y absorbe los olores hasta en un 200%, lo que evita que el olor se esparza por el ambiente y llegue a la nariz de los más cercanos. Esta misma tecnología se usa en laboratorios químicos para neutralizar el olor.
La revolucionaria ropa interior es perfecta para un uso diario ya que tiene una larga durada, tan solo hay que seguir un mantenimiento y limpieza para mantenerla en estado óptimo. Basta con lavarlos utilizando cristales de sosa o bicarbonato de sodio a 40 °C, y secarlas a media potencia."



Y digo, yo... Eso está muy bien, pero ya puestos, ¿no podían haber añadido un "algo" acolchado o mullidito en la zona, que de paso actuara a modo de silenciador?

Pues igual existe. Tengo que mirarlo, porque en su página web, que se llama www.shitobuy.com aseguran tener productos para todo tipo de "problemas embarazosos"
Esta noche la navego, que a mí, en eso, nadie me gana.