DESMONTANDO 7 LEYENDAS CAPILARES

Yo, la verdad es que me quedaba súper tranquila cada vez que la firma Wella nos mandaba una de esas notas de prensa desmontando, de la mano de especialistas capilares, los falsos mitos respecto al cabello que se han ido acumulando a lo largo de los siglos. La verdad es que no sé como no lo he compartido antes con vosotros. Pido disculpas...

1. El alcohol que llevan algunos productos de styling reseca el cabello. NO. El alcohol es súper volátil y aunque tuviera las peores intenciones, se evapora casi al momento y no tendría tiempo de penetrar en el pelo y delinquir. 

2. Arrancar una cana provoca que salgan más. NO. Ni que pertenecieran a la "liga de la vendetta". Cada cabello tiene su propio folículo piloso independiente y la cana está programada por nuestro código genético. Por mucho que arranques, sólo saldrá una. Lo único cierto de las canas es que son más indomables. El pelo canoso tiene menos flexibilidad y puede incrementar su diámetro. 

3. Cortarse el pelo con regularidad hace que crezca más rápido y grueso. PUES TAMPOCO. El uso y abuso de la tijera no altera el ritmo de crecimiento del cabello, que viene determinado biológicamente, y mucho menos el grosor. Lo que si es cierto es que cortando las puntas e igualando -en especial si están abiertas- evitamos el llamado efecto "puntas pobres" y dará la impresión de tener una melena más gruesa. 

4. Si te acuestas con el pelo mojado te salen hongos. NO. Te puedes levantar con el catarro de tu vida o con unas anginas de campeonato, pero tu cuero cabelludo no recibirá visitas inesperadas. Lo que sí conviene tener en cuenta es que mojado, el pelo es mucho más sensible. El agua penetra en el interior de la cutícula y aumenta el diámetro, con lo que sus proteínas andan más "sueltas" y el pelo es más susceptible a roturas. 

5. Lavarse el pelo a diario es malo. PARA NADA. Siempre que se utilicen productos suaves, en la frecuencia de lavado no hay límites. Lo que no hay que hacer es dejarse llevar por motivos erróneos. Es frecuente, entre las portadoras de cabello fino, pensar que sólo recién lavado presenta algo de cuerpo y volumen. Pero sea una vez por semana, a diario, o 2-3 veces por semana., la clave está en elegir los productos adecuados. No os imaginaríais la cantidad de "falsos grasos" que hay por uso indebido de tratamientos. 

6. Siempre es mejor elegir un champú libre de siliconas. NO. Cada vez es más habitual encontrar la leyenda "libre de siliconas" como reclamo de productos capilares, pero entra más en el plano ecológico. Las siliconas aportan brillo y suavidad al cabello y se ha demostrado científicamente que no interfieren con las coloraciones o las permanentes. 

7. El amoniaco es lo peor de lo peor. TAMPOCO ES PARA TANTO. Que el cabello prefiere fórmulas de coloración libres de él, por supuesto, pero el amoniaco no es tan fiero como no los pintan. Es su fuerte olor el que despierta las peores sospechas, pero se trata de una molécula muy pequeña, y que se evapora -y desaparece- una vez ha cumplido su función decolorante.