jueves, 14 de noviembre de 2013

MIS TRES ROJOS


Cuando te muerdes las uñas hasta los 35, la manicura se coge con ganas, y el tiempo perdido se recupera a golpe de rojo. Pero no cualquiera no. Ese rojo. 

No sé cómo fui capaz de dejar de morderme las uñas. Un buen día, se me olvidó llevarme el dedo a la boca, al siguiente también, y al otro... y cuando una semana después quise hincar el diente, me encontré con un pseudo proyecto de uña que me dio que pensar... ¿Y si me las pinto? 
Y me las pinté. Opté por un discreto porcelana que andaba por casa, y después de dar dos capas -la teoría del esmaltado sí me la sabía a la perfección porque profesión obliga- y de anotar mentalmente que me tenía que mirar lo del pulso, nació una nueva MacMartac: la de las uñas cuidadas, pintadas y a veces, excesivamente largas. Pero hay que entenderlo.






La porcelana fina me duró un par de semanas. Si se deja definitivamente un vicio tan arraigado, tiene que notarse. Coqueteé con el noir noir (demasiado oscuro), con las infinitas versiones del nude (taaan aburrido) y hasta con los ácidos durante un verano (demasiado cantazo). 
Probé y probé, y cuando ya pensaba "vuelvo al vicio, que da menos que pensar" descubrí el rojo entre los rojos. El Pirate de Le Vernis de Chanel
Y mira que me daba miedo ese color. No se me había ocurrido tontear con él, parecía como de mayor... y de que según con que ropa... cuidadín.
Pero este es el rouge. Intenso, con un matiz guinda y ligeramente oscuro a la vez que luminoso. En dos palabras: très chic.
Tuve que recortar longitud, para no ir de femme fatale desde las 8 a.m, pero no me importo. Sabía que era mi tono. Y fuimos felices. Los domingos por la noche nos entregábamos en cuerpo y alma. Recortar, limar, lacar... 

...Hasta que entró en juego una tercera persona... Le Vernis Dior, tono Marilyn. Sabiendo que formaba parte de una edición limitada, no me sentí culpable por jugar con ella. Tenía algo ligeramente distinto, pero era "ese rojo". 
Y por si eso fuera poco, además es milagroso. Hace unos meses, Criaturita 2 tiró al suelo mi "caja de los esmaltes" desde una altura de metro cuarenta, y el único que sobrevivió fue éste. Palabra. ¿Sería el espíritu protector de la actriz? Justo al día siguiente, la RRPP de Dior me comunicaba que dado el éxito del color, habían decidido continuarlo durante esta temporada. 

Para los que digáis, claro... chaneles y diores, os diré que el mass-market también tiene "ese" rojo. El tono shearling darling de essie. No tiene mucho mérito... entre sus más de 100 tonos alguno tenía que haber... ese y solo ese es el que elijo cuando me rindo a la manicura de salón.

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